Cada pieza contiene una historia, en parte por el proceso del diseño y en parte por el origen de los materiales. Siempre prefiero la madera recuperada, por su calidad y por mi compromiso con la sostenibilidad, pero también por razones más poéticas; dando una vida nueva a tableros y vigas de segunda mano, añadiendo un nuevo capítulo a su existencia.
Todo comienza con un dialogo sobre su uso, el espacio que va habitar, materiales y posibilidades de construcción hasta dar forma a unos bocetos y la seguida elección de uno de ellos para su realización.
Prefiero usar tintes naturales y barniz al agua o cera para la terminación. Colaboro a veces con un herrero, si el diseño incluye una estructura metálica, lo que amplía las posibilidades. Construyo personalmente cada pieza y es entregada firmada, con un pequeño historial pictórico.